Uno de los trucos de viaje más brillantes y sencillos para climas cálidos consiste en congelar las botellas de agua durante la noche, una técnica que transforma las botellas normales en sistemas de refrigeración para todo el día.

La ciencia detrás de la magia:

Cuando congelas las botellas de agua durante la noche, creas una herramienta de viaje de doble uso: alivio inmediato de enfriamiento e hidratación fría continua durante todo el día. A medida que el hielo se derrite lentamente, tendrás acceso a agua helada durante horas, incluso en condiciones de calor extremo. Las botellas congeladas también actúan como bolsas de hielo, enfriando todo lo que haya a su alrededor en la bolsa.